Los niños y el aspartamo
Los niños y el aspartamo

En los últimos años, la industria alimenticia se ha ampliado y diversificado. Hoy en día todos los consumidores se ven beneficiados por los avances que la ciencia ha aplicado al mercado de los alimentos. En este sentido, los edulcorantes son uno de los mayores descubrimientos, cuyo aporte a la dieta y la salud son invaluables.  Entre los endulzantes bajos en calorías encontramos el aspartamo o aspartame. También conocido como E-951 –una denominación técnica que se estableció en Europa tras su aprobación –este edulcorante no contiene calorías y se  halla en una multitud de alimentos y bebidas, incluido los medicamentos. Descubierto en la década del 1960 de forma accidental por James Schlatter, se comenzó a comercializar en la década de los 80 y desde entonces se utiliza exitosamente por la industria como un reemplazante de la sacarosa, a tal punto que hoy en día conforma uno de los diez edulcorantes autorizados para el consumo en Europa.  Las ventajas de ingerir productos que contengan aspartamo son varias, según declaró un comité de expertos provenientes de distintas disciplinas y que contó con el auspicio de la Fundación para la Investigación Nutricional, entre otros. Entre los beneficios, se hizo referencia a dos grupos de patologías, la obesidad y la diabetes. Por tratarse de un edulcorante no calórico es especialmente recomendable para las personas que sufren de obesidad. En cuanto a la diabetes, se confirmó que la ingesta de productos con E-951 no implica alteraciones en los niveles de glucosa e insulina en la sangre. Otra de las virtudes es la capacidad de no generar caries dental, uno de los problemas de la salud dental más frecuentes en quienes comen dulces, siendo los niños el público más afectado.  Como siempre, el cuidado de la salud supone la adquisición de hábitos y conductas saludables que deben ser constantes. Una alimentación equilibrada que se acompañe de ejercicio físico, tiene efectos positivos en el cuerpo y en el funcionamiento del organismo. Por ello se aconseja educar a los pequeños en su alimentación, y así evitar enfermedades como la obesidad promoviendo el ejercicio físico y el balance energético con una dieta equilibrada. Contacto:

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